viernes, 22 de febrero de 2013


DIA 17 DE FEBRERO DEL 2013: PAGO PAGO
Pago Pago es un pueblo de las islas Samoa Americanas, que pertenece al condado de Ma’Oputasi en el distrito oriental, y es la  capital de las Samoas Americanas.
Situada en el centro de la isla de Tutuila, tiene una superficie de 9,5 km cuadrados y una población de 7000 habitantes.
Llena de montañas tapizadas de un verde intenso , bosques exuberantes, con el famoso Monte Pioa.
La bahía rodeada de montañas altas y verdes ,es preciosa , recuerda a un fiordo
Se ven las construcciones muy deterioradas por las condiciones de humedad, tienen un aeropuerto, una universidad, una cárcel que por cierto vimos como una casa baja rodeada de verjas con hilo de pinchos en la parte superior y lo llamaban correccional.
La excursión  que escogimos era  “el estilo de vida en la aldea”. Era Domingo y por lo tanto cerrado la mayoría de tiendas, pero con los nativos disfrutando de su día de descanso :
Nos recibieron con los autobuses característicos de la isla, adornados con flores, aire acondicionado natural y el suelo de madera viéndose entre las rendijas la carretera. La guía y el conductor (con falda) llevaban la clásica vestimenta samoana que usan para todas las ocasiones, como veréis en alguna foto. Fuimos por la única carretera que tienen y que rodea la costa
Comenzamos con  Fatu-ma-Futi, las dos formaciones rocosas que guardan la entrada a la bahía de Pago-Pago, nos cuentan que en épocas caníbales había una pareja con un niño que una noche huyeron para no ser comidos, el jefe se entero y en la huida los convirtió en  rocas , una representa a él y otra a ella con el niño
Mientras atravesábamos la zona industrial y el aeropuerto con su Mc Donals, contemplamos lugares como el centro de golf, pueblos en el recorrido con las tumbas de la familia en la parte delantera  de la casa , una construcción ovalada (fale) abierta  por un lado que las autoridades de la aldea utilizan como centro de reuniones  importantes de los jefes o para festejar acontecimientos familiares ,el monumento al misionero de Leone, el primer monumento a las misiones erigido por el reverendo John Williams, de la Sociedad Misionera de Londres, que desembarcó cerca de la aldea de Leone con ocho acólitos tahitianos en 1830, visitamos la bonita iglesia de Leone y delante de ella la casa de reunión llena de los jefes haciendo una reunión y parece que votaban.
La foto de Vicente con la guía del autobús, una samoana que nos enseño algunas palabras en su idioma y nos canto canciones
Proseguimos el viaje con una parada con vista al mar, y¡ “oh prodigio”!, aparecieron dos jóvenes con cocos y un machete, Vicente se bajo del autobús rapidísimo y se lanzo a la compra del coco; tenía mucha agua, pero con un cierto ligero sabor picante, después  pedimos que nos cortaran un trozo de pulpa y la verdad era muy suave, nos gustó más que el agua del coco, y ya con el deseo cumplido, seguimos el viaje.
Legamos hasta la Vila, una aldea compuesta por pequeñas cabañas y los típicos fale elevados. En cada cabaña de la aldea nos demostraron:
 -Como utilizaban los cocos y sus hojas para realizar cestas, esteras, techos, etc.,
-Como preparar con cacao y leche de coco el chocolate
-Como preparar los alimentos  antes de cocinarlos: el pollo, la leche de coco, el fruto del árbol del pan, los plátanos
- Como cocinar los alimentos en el horno en tierra con madera, piedras, alimentos, hojas y ocho horas de espera.
Por cierto, hay que decir que en Pago Pago cocinan los hombres  por el esfuerzo que se necesita y para que no se quemen las mujeres.
Nos deleitaron con canciones, bailes, subida al cocotero para obtener el coco y posterior limpieza y obtención de la leche de coco al raspar su pulpa y mezclarla con el agua del coco.
Al final, en el fale,  nos obsequiaron con la comida que habíamos visto prepara;, yo comí un poco de plátano y la pasta del árbol del pan mojada con leche de coco. Comentario: todo era insípido, no me extraña que a los marineros del capitán Cook no les gustaran nada las comidas polinesias, especialmente el árbol del pan.
Acabado el ágape, regresamos al barco. Sin subir al mismo, nos dirigimos a un supermercado con wifi para editar el blog; el súper daba una sensación de sucio y pobre, tenían un poco de todo.
Por la zona nos encontrábamos todos: la tripulación, los bailarines; hasta antes de entrar en el barco nos encontramos al comandante, que había salido a airearse.
Como nos quedaba tiempo y había una playa a 10 minutos del  barco, nos dirigimos a ella entre el mar por un lado y por el otro las montañas con un espeso bosque.
Allí estaban todos en la pequeña playa bañándose  para refrescarse ya que el día estaba nublado pero  la  temperatura  era elevada  con  humedad, cogimos arena y conchas.
En esa zona, en la ladera de la montaña se alzaba la casa del gobernador que tenía muy buen aspecto como podéis ver.
Volvimos al barco y Vicente fotografió a murciélagos frutícolas  enormes que hay en los árboles de las ladera; al llegar al puerto pasamos mucho tiempo viendo las tiendas que habían dispuesto debajo de las carpas llenas de las telas “lava-lava” que son como pareos típicos, collares, ropa samoana y recuerdos hechos de corteza de coco y de las hojas de coco.
En estas islas solo se habla el samoano y el inglés, no hay guías que hablen otros idiomas, en Hawái tampoco, por lo que en los autobuses, las guías del crucero tenían que traducir lo que decían los guías locales.












Guadalupe
DIA 18 DE FEBRERO DEL 2013
NO EXISTE: con tanto atrasar la hora, un día nos vamos a saltar. A partir de ahora adelantaremos horas en vez de atrasarlas.
Guadalupe
DIA 19 DE FEBRERO DEL 2013
Ayer fue un día tranquilo. El mar estuvo en calma total, probablemente el más calmado que hemos tenido, pero estuvo nublado.
En manualidades hicimos por la mañana, una caja plegando papel  y por la tarde una flor con tela; esto te da muchas ideas para poder ponerlas en práctica.
Por la tarde me fui a bañar en la piscina de popa, mientras Vicente estaba en el gimnasio, y a las 5,30 horas el trió hawaiano con las dos bailarina hula lovelies nos ofrecieron una bonita actuación en la piscina. En vista de la situación, ya que además de que la velocidad de viento era pequeña, la temperatura era de 28 grados, Vicente se animó a  estar por primera vez en todo el crucero a   mi lado,  echado en una hamaca y oyendo las canciones (día para recordar)
 Ahora estamos llegando a Suva, está gris y llueve. Este tiempo lo hemos tenido casi siempre así desde que salimos de San Francisco.
Guadalupe
20 DE FEBRERO DEL 2013: SUVA, en las islas Fidji
Suva es la capital de Fidji desde 1882, en la costa sureste de la isla de Viti Levu. Gran parte de la ciudad fue construida sobre manglares. En 1868 el jefe local vendió 5000 km cuadrados de terreno a la compañía australiana polinesia para pagar sus deudas a USA. Suva es una ciudad multicultural: fiyianos indígenas e indo-fiyianos, los dos grupos étnicos más grandes de Fidji, forman la mayoría de la población. En la ciudad hay iglesias cristianas, templos hindús,  sikhs, mezquitas musulmanas y hasta un cementerio judío abandonado. El idioma más hablado es el inglés, aunque el fidjiano y el indostaní también se hablan en determinadas zonas de la ciudad.

Al atracar nos estaba esperando la banda de música de la policía local que nos deleito con su música y su desfile, os aseguro que armaban tal teatro en su representación que yo creo que si fueran a Europa los contrataban. El día estaba muy gris, nos llovió en la excursión, pero aquí eso es normal por eso tienen esta vegetación.
Son gente mezcla de indígenas con africanos y también hay indios, los rasgos son duros pero son muy amables.
Los aborígenes eran carnívoros  y llevaban unas armas la mar de contundentes, se ven en los que se fotografían con papi (según nuestro guía no hay que preocuparse ahora por eso porque  ahora tienen el Mac Donals)
La excursión que escogimos era “La joya de Fidji”,  en un autobús sin aire acondicionado nos trasladaron durante una hora hacia el rio Navua. Las casas, en general, de las aldeas se veían muy pobres, eran una estructura de madera un poco elevada del suelo con paredes metálicas, con ventanas y puertas abiertas y apenas muebles en su interior. Nos conto el guía que la educación no es obligatoria, hay muchos colegios privados, los niños van uniformados según el colegio pero en general llevan camisa y faldas tanto niños como niñas. La sanidad también es privada. Todas las casas estaban rodeadas de una vegetación exuberante  y césped. La ve
 de una hora de recorrido en autobús llegamos a una aldea al lado del rio Navua  donde nos esperaban unas embarcaciones a motor  para unas 8 personas cada una y nos adentramos en el cauce del rio durante unos  ¾ de hora; era fascinante aunque no había sol , veíamos la vegetación, los rápidos del rio; los conductores de las lanchas tenían que tener mucha pericia para no embarrancar , alguno no calculó bien y se quedó en las rocas y lo tuvieron que ayudar; nosotros llevábamos a un conductor muy atrevido y daba un poco de apuro pues nos sentaron delante y veíamos que nos íbamos directo a las rocas y en el último momento se desviaba, yo creo que lo hacía para sortear los fondos. Por unos rápidos el barco toco con las rocas del fondo del cauce  y varias maderas donde estábamos sentados cedieron de un lado hacia abajo, una era la nuestra y del lado de papi que tuvo que terminar el viaje casi sentado en el fondo de la barca muy incomodo, bueno, por lo menos no naufragamos.
Desembarcamos y subimos por un camino estrecho pero de cemento con cuerdas a  un lado para poder cogernos, que bordeaba  un riachuelo y llegamos a una cascada de unos 10 o 15 metros de altura, con una balsa en su base en la cual se podía uno bañar, el agua estaba muy agradable, aunque no me atreví a bañarme.
Volvimos al pueblo con los percances ya descritos y nos estaban esperando unos indígenas en el embarcadero con sus faldas de paja, soplando una concha que nos indicaba que la ceremonia del Kava iba a empezar. Entramos en la cabaña principal toda echa de coco, sin zapatos para no estropear las esteras  y como muestra de respeto al clan, nos acomodaron y comenzó la ceremonia de bienvenida Kava. Un indígena con falda de paja traía en una caña de bambú el líquido el cual echó en un recipiente de metal ; el jefe lo mezcló con “un trapo” y después de unas palabras y canciones- todo muy ceremonial- ( a los hombres los hicieron sentarse delante y a las mujeres detrás, en el suelo por supuesto) empezaron a dar, en medio coco, la bebida que habían preparado; por supuesto que no nos atrevimos a beber, pero los que lo hicieron dijeron que el saber era muy malo; el guía nos comentó que esta bebida no es como la cerveza que nos pone alegres y moviditos, sino todo lo contrario, relaja y según el sirve para que en las casa todos se lleven bien y no ser peleen. Después de dar por acabada la ceremonia empezaron a cantar y luego a bailar hasta la hora de la comida que consistió en un pollo, pasta, piña, plátano y pan; cocinado como en Samoa, en los hornos en tierra con piedras para guardar el calor.
Después  un tiempo de relax viendo las cabañas, como la  guardería con su maestra y unos 6 niños y  todos los alrededores.
Nos subimos en los autobuses que nos llevaron al centro a 5 minutos del barco, nos bajamos en el centro comercial donde por supuesto a la entrada habían un grupo cantando.
El centro con mucha gente daba la  impresión de pobre, muy contaminado por la gasolina de los coches; los niños habían salido del colegio a las tres  y se veían muchos con sus uniformes diferentes que iban a la parada de autobuses supongo que los llevarían a sus casas.
Vimos dos grandes centros comerciales y muchísimas tiendas para turistas; sus ingresos son el turismo y la caña de azúcar.
La despedida fue de lo más  emotiva, al pie del barco la música de nuevo , las banderas, algunos cruceristas bailando sin parar con los de las banderas, y al final la banda de música de nuevo vino a despedirnos hasta que zarpamos, la gente estaba emocionaba y ellos no paraban.
En resumen: se saben hacer querer, ese recibimiento y despedida  no lo han hecho en ningún otro puerto.
















Guadalupe




1 comentario:

  1. ¡Qué guapísimos estáis en las fotos!
    Por fin habéis probado el coco al natural!
    Esperamos que nos contéis cosas de Australia.
    Por cierto....me han dicho que en Mumbai, una de las excursiones que podéis escoger tiene como guías a un tal Juan y una tal Eva....¡Poneros en contacto con ellos para reservar!

    ResponderEliminar