LO MEJOR DE MONTECRISTI Y MANTA
Una excursión completamente dedicada a los amantes de la artesanía local y las compras: descubrimos la refinada fabricación del famoso sombrero panameño en la localidad de Montecristi y cómo la nuez de Tagua, el preciado «marfil vegetal», toma forma para convertirse en magníficos e insólitos objetos, que es posible comprar como recuerdo. ¡Para verdaderos expertos!
Lo que vamos a ver:
Paseo marítimo de Manta: zona turística moderna y áreas residenciales
Visita a la localidad colonial de Montecristi: fabricación de sombreros panameños y cestería
Tiempo disponible para fotos en la plaza central y compras en los mercados locales de artesanía
Visita al taller de artesanía en el que se trabajan las nueces de Tagua
Manta (Ecuador)
300000 habitantes
Ecuador Es uno de los mayores exportadores de atún amarillo y tienen un gran negocio con las nueces de Tagua, los productos elaborados se les conoce como el marfil vegetal por su color y dureza
Montecristi que hemos visitado es famosa por la elaboración de sus sombreros (los llamados sombreros de Panamá)
Lo que vamos a ver:
Paseo marítimo de Manta: zona turística moderna y áreas residenciales
Visita a la localidad colonial de Montecristi: fabricación de sombreros panameños y cestería
Tiempo disponible para fotos en la plaza central y compras en los mercados locales de artesanía
Visita al taller de artesanía en el que se trabajan las nueces de Tagua
Comenzamos nuestro recorrido con una excursión panorámica en autocar por el paseo marítimo de Manta, el famoso Malecón Escénico, principal zona turística de la ciudad, salpicada de restaurantes y playas, y caracterizada por su arquitectura moderna con algunas áreas residenciales.
Tras un trayecto de aproximadamente 45 minutos, llegamos a la localidad de Montecristi, famosa en todo el mundo por la fabricación artesanal del sombrero panameño y de objetos de mimbre. La localidad, situada en el norte de Ecuador, es un antigua ciudad colonial fundada en 1628, cuando muchos habitantes de Manta se trasladaron al interior para escapar de las frecuentes incursiones piratas.
El sombrero panameño, que se fabrica aquí, está tejido a mano con las fibras de una palma enana, la Carludovica palmata, conocida también como palma toquilla, elástica y brillante. Se fabrica en Ecuador, pero lleva el nombre de la ciudad de Panamá, que durante siglos ha sido el principal puerto de escala para estos sombreros. Su fabricación permanece inalterada desde hace más de tres siglos y consta de varias fases. Los hilos de palma toquilla tienen diferente grosor y se tejen a mano para dar vida a tres tipos de sombreros panameños: Montecristi, Cuenca y Brisa. Se tejen a mano en la localidad de Montecristi y para hacerlo son necesarios de 4 a 6 meses, ya que la trama es muy densa. Además, el sombrero Montecristi se fabrica solo en las primeras horas de la mañana, cuando el aire es fresco, para evitar que se rompan las fibras. Gracias a ello es posible enrollar el sombrero, que es muy ligero y duradero. La fabricación del sombrero panameño se hereda de generación en generación y los elementos clave que permiten su producción son precisamente las variedades de paja seleccionadas y la habilidad y maestría de los artesanos de Montecristi. La reputación de este sombrero se debe también a que lo han llevado reyes, emperadores como Napoleón I y presidentes como Theodore Roosevelt.
Monumento a las tejedoras de sombreros, está en la posición que tienen para hacerlos
Proceso de fabricación
Después de ver cómo se fabrica el sombrero, dispondremos de tiempo libre para tomar fotos en la plaza central de Montecristi, adornada con pinturas murales y refinados edificios coloniales, y dedicarnos a las compras en los mercados locales de artesanía, que venden productos de cerámica y mimbre.
La iglesia de nuestra señora de Montserrat
Y un presidente de Ecuador que dio el voto a las mujeres
La plaza donde venden los sombreros
Continuamos nuestro recorrido para descubrir otro producto típico de esta zona: la nuez de Tagua, típica de los bosques tropicales de América del Sur y conocida también como marfil vegetal. De hecho, el fruto, una vez seco, tiene una consistencia, color y aspecto muy similares al marfil animal y se puede trabajar y teñir fácilmente. Se utiliza para la fabricación de mosaicos, suelos, revestimientos, botones, cuentas, joyas, dados, piezas de dominó y ajedrez, paraguas, figuras religiosas, juguetes y piezas de instrumentos musicales como gaitas. Se trata de un sustituto más económico del marfil que, después de la prohibición de la caza de elefantes, ha vuelto a recuperar su importancia económica y ecológica.
Posteriormente visitamos un taller local en el que podemos admirar la fabricación de objetos con esta nuez por parte de artesanos expertos que la transforman en los artículos más variopintos y curiosos, y que obviamente podemos comprar como recuerdo.
Al final de esta interesante experiencia volvemos al barco
No hay comentarios:
Publicar un comentario